26 de julio de 2009

DE SUBVERSIONES PRIVADAS

“ así que corríamos detrás de algo que ya se había ido. No quiero ponerme trágico, pero así ha sido siempre toda mi vida” (Hans en el Viajero del Siglo)

Con Neuman y el Viajero del Siglo íbamos bien, todo divinamente hasta que no, oh no, porque? Porque haces cosas tan estúpidas Hans (el protagonista de la historia), porque si es tan inteligente, interesante, humano. Y me molesté muchísimo, me moleste con el libro y con el autor (aunque lo sigo leyendo), nah, andar detrás de amores ”imposibles”, el juego infinito, masoquista y ridículo de la indiferencia y el acercamiento, indiferencia y acercamiento entre quienes se gustan, quieren o aman. Mierda! Nunca me gustó eso! Lo odio! Esos juegos que lo único que hacen son daños al corazón, y con los corazones no se juega, no. Claro, no voy a decir que alguna vez no participe en esos juegos de autodestrucción y me pareció tan inmaduro y que me hacia tanto daño que de ahí en adelante cualquier tipo de relación romántica quedaba clara desde el principio: somos que? Que quieres? Que quiero? Estamos de acuerdo?, si perfecto, no adiós. Cualquier sentimiento era expresado desde lo más temprano posible: querer, amar, gusto, pasión, enamoramiento, yo, tu, ok. Estamos claros. Dejémonos de tantas pendejadas e inmadureces adolescentes.

Muy explícita yo? Si, posiblemente. Aburrida? De pronto… pero divertirme con mis sentimientos o de otro? Esos no son objetos de entretención, no, para divertirme tengo otras coas. Y ahí está uno de los grandes errores del señor Hans, ir detrás de algo que ya se ha ido, hombres que van detrás de mujeres que no van a estar a su lado y viceversa. Hans no cree en las revoluciones, y así como no cree en las revoluciones posiblemente tampoco crea en el amor, y por eso el supuesto amor que quiere se le escapa, no le es posible, porque no cree en él , porque el amor, el verdadero es una revolución, es una subversión privada, ahora y hace un siglo, uhm… Hans dice que deberíamos hacer subversiones privadas, revoluciones intimas, en vez de estar pensando en las revoluciones sociales, las políticas o mundiales, dice Hans que esas revoluciones son una farsa, que las revoluciones que sirven son ls personales, no las públicas y yo le digo al señor Hans que aplique porque el amor es una de esas revoluciones privadas que él no se atreve a hacer.

La otra vez coincidencialmente alquilé una película que se llama los fantasmas de Goya, de la época de Napoleon y la revolución francesa, concidencialmente porque la historia de Neuman va unos 30 años después de esa época y porque yo no tenía idea que Goya fuera de esa época. Y la película lo confirma, las ideas de Hans: las revoluciones son una farsa, los ideales no existen y yo le agrego que lo que existen son los seres humanos. Las ideas, las ideas están ahí para cualquiera, los ideales, y los partidos y los sistemas políticos y las filosofías, es muy fácil que un mandatario se haga llamar comunista y se de los mayores placeres en su trono, los que su pueblo no puede aspirar ni mínimamente. Es muy fácil, como el protagonista de la película ser primero un sacerdote tipo in quisiion y decir que Voltaire es una blasfemia y después de 20 años convertirse en un líder de la revolución Francesa para recuperar el poder en su país España invadido por los franceses. Es muy fácil decir y hablar y hacer una lista de derechos humanos, pero no es fácil “ser” y menos fácil es ser “humano”. Por eso las revoluciones son una farsa, porque no se trata solo de destronar poderes y cambiar sistemas políticos y creer que así “todos” cambiaron, no, la gente sigue siendo la misma por “dentro”, el hecho de que cambien unos cuantos no hace que un país entero cambie. La revolución francés y su declaración de derechos humanos no sirvió para nada, o digame cuales son los derechos humanos que hoy se respetan en el mundo? Lo mismo pasa con la liberación femenida, acaso creen que por estudiar, votar y trabajar las mujeres cambiaron por “dentro”?

Entonces si, las verdaderas revoluciones son las privadas, las personales, las intimas, no las de la plaza o las calles. Una vez en la plaza de Mayo de BA había un grafiti que decía “revolución en plaza, en la casa y el cama”. Las subversiones privadas son las únicas que valen, que perduran, que no se acaban. Uno empieza haciendo una revolución por dentro de uno mismo negando todo aquello que la familia y los entornos te metieron en la cabeza y en el corazón y poniendo ahí lo que a uno se le de la real gana y no a ellos! Y después uno hace revoluciones en la casa, con los padres y a veces en esas revoluciones, asi como en las calles, uno rompe lámparas, puertas, platos, uno pega gritos y se niega todas las veces que sea necesario, no creo en la gente que no ha hecho sus revoluciones en sus familias, no creo. Y después, después viene la revolución del amor, arriesgarse a amar a quien realmente uno quiere amar y hacer hasta lo imposible por ello. Y la vida se convierte en revoluciones para quienes aprender a revolucionar su vida personal, y si uno entra a un trabajo también arma una revolución y lo echan y después le toca a uno hacerse su propia revolución por dentro de decir o se adapta al mundo laboral o se crea el propio. Y en las amistades, las amistades… esas también se subvierten y unas se salvan y otras se pierden. Dios, ahora que lo pienso todo ha sido culpa de las malditas revoluciones, no mucha gente alrededor de uno subsiste así, solo se quedan los que valen la pena, muy pocos, muy pocos, y vivir así es difícil y uno llora y sufre y grita y le duele y le da miedo, pero es una vida de verdad, no de mentiras y es un dolor que vale la pena, no es un dolor en vano.

Pero las mas difíciles, las mas difíciles revoluciones son las del amor, nunca se acaban, cuando crees que ya todo está dicho, que ya todo está sabido y expresado, un día ves que no, que falta más y así pasan los días y los meses y los años y uno no acaba de ser ante el otro, uno es un pozo infinito y cada vez sacas más agua limpia y agua sucia y sacar esa agua sucia ante el otro es lo que hace esas revoluciones.

20 de julio de 2009

Divagaciones sobre 2666



Es una lástima estar escribiendo sobre libros hace apenas un año. Muchas impresiones sobre libros se perdieron y aunque queden los recuerdos no es igual.

Sin embargo hoy tengo ganas de escribir sobre 2666 de Roberto Bolaño. Lo primero que abría que decir es que, siendo un libro o cinco libros en uno, yo no leí el último libro y medio por varias razones: primero porque no quise, segundo porque se me puso ilegible ya empezaba a rayar en el morbo el señor Bolaño y si hay algo que yo no soporto es el morbo de la violencia, es un tema debatible, para algunos es necesario mostrar hasta las realidades mas espeluznantes sin disfraces, pero hay otros que no lo soportamos, lo real horroroso (que latinoamericana que soy). Y la tercera razón por la cual deje de leer el libro es porque una tarde me fui de casa y dejé la ventana de mi cuarto abierta, cuando llegué había llovido y los libros que se encontraban en el escritorio al lado de la ventana abierta, quedaron empapados. Como hizo Amalfitano, uno de los protagonistas de 2666, cogí el librito y lo colgué en una de las cuerdas de tender la ropa, claro, cuando se secó, quedo ilegible. Podría haber una cuarta razón y es que cuando mi abuelo utilizó sus poderes sobrenaturales sobre ese libro, antes de que yo lo leyera, puso sus viejas, gruesas y fuertes manos sobre él y dijo ”ese libro le va a tomar toda la vida leerlo” (es en serio que hizo esto, no estoy mamando gallo), vamos a ver abuelo si es que me lo acabo de leer cuando tenga 70 años, mira que ya tengo ganas de leerlo otra vez.

De los leves recuerdos de mis impresiones de principios del 2007 cuando leí el libro, recuerdo que una de las cosas que más me impresionó de este libro es la gran capacidad de Bolaño de entender la cultura latinoamericana o ciertos aspectos innombrables en otros libros hispanos. Este libro me sorprendió por ser tan, tan latinoamericano, no era chileno, ni mexicano, es latinoamericano. Lo que me encantó de ese libro es su directa denuncia al machismo latinoamericano, evidenciado en las peores atrocidades que un hombre le puede hacer a una mujer: violarla y matarla después. De los más reconocidos escritores latinoamericanos y de los pocos que yo he leído, no conozco el primero, aparte de Bolaño, que hable del asunto tan directamente: machismo, violaciones, muerte. Muchas gracias señor Bolaño por atreverse a escribir de lo que nadie se le da la real gana escribir en estos países cobardes llenos de escritores cobardes que viven entre el sueño y la realidad, entre la ficción y la realidad, que no son capaces de decirnos la verdad bien contada en la cara.

Alguna vez escribí que la literatura contemporánea es complicada porque hablamos, escribimos de los temas contemporáneos. Las realidades contemporáneas, la verdaderas, solo nos muestran muerte y violencia, nos muestran descendientes de sujetos que se convirtieron en antisociales después siglos de guerras santas, económicas, territoriales, políticas, aun hay guerras, quizá no tantas como antes, pero quedan los rastros de hombres dañados hasta el fondo. Los crímenes hoy día no se producen solo en guerras, los crímenes hoy día pertenecen a asesinos en serie, a asesinos escondidos, a asesinos invisibles, todo se vuelve más truculento y misterioso hoy, porque la muerte y la violencia a manos de hombres sigue ahí presente pero de una forma más oculta. Y la buena literatura contemporánea no hace más que hablar de eso, es horrible.

Bolaño es como un puente entre el sur del sur y el inicio de norteamérica. Cuanto necesitábamos ese puente, cuanto… cansados de lo sofisticado de los argentinos, chilenos (y si, Bolaño fue chileno, pero como el mismo lo dijo “no soy de Chile no de México, soy de Latinoamérica”) y sus alrededores, cansados de lo europeizados que son ellos, de sus emigrantes escritores a Europa o nacidos en Europa y emigrados al sur del sur. Oh uno se cansa de ellos, ese no es exactamente nuestro mundo de violencia, machismo, guerras inútiles, pobreza, miseria, subdesarrollo y muerte, mucha muerte. Que me importa Borges y sus sueños entre sueños, que me importa ya Cortazar y su Paris de hace medio siglo y su violencia sur sur americana, y que pena decirlo, pero que me importa el realismo mágico de Marquez si casi nadie entiende sus maravillosas metáforas.

Nosotros necesitamos a un tipo como Bolaño, con vísceras, directo, confrontativo y poético también, alguien que nos hable de nuestros reales y verdaderos y tristemente horrorosos problemas sociales, alguien que se le burle en la cara a los académicos intelectualoides de universidades.

Bolaño es un escritor, que como pocos se atreve a adentrar en el misterio del mal, del mal más profundo, de asesinos, psicópatas, antisociales, pero lo hace de una forma literaria, lo cual es más terrible, es agotador. El tipo parecía obsesionado con el asunto, muy interesado, como quien quiere entender obsesivamente porque alguien se comporta de x o y forma. Si uno ve cualquier foto de Bolaño, se advierte un tipo excesivamente preocupado, desconfiado, triste, un tipo que “ve” mucho y sabe mucho de los horrores del mundo y sobre todo los de estas tierras, un tipo al que no le queda más alternativa que escribir de lo que ve, de lo que sabe y no puede evitar ver. Hay gente así, que “ve” mucho, mucho mal, mucha oscuridad, un gran capacidad para ver toda la porquería que nadie quiere ver, debe ser insoportable ser así, debe ser por eso que dice que "la vida es de una tristeza inagotable" o algo así.

2666 es un libro muy latinoamericano, por fin una obra maestra puramente latinoamericana, es el reflejo de lo que es Latinoamérica.

15 de julio de 2009

ENCUENTRO CON NEUMAN

Descubrí a Andrés Neuman. Desde que Des publicó una entrada del autor diciendo que se había ganado el premio Alfaguara (no suelo leer por premios literarios, me han decepcionado) y que era uno, sino el mejor escritor latinoamericano contemporáneo, me dejó intrigada y su última novela quedó en mi interminable lista de libros por leer, en la sublista de libros “seguros” por leer. Neuman me sonaba, me sonaba de algún lado y no sabía de dónde.

Un día entré a alguna librería Nacional y me llamó la atención ese librito azul que tiene la imagen de una maleta vieja abierta, un gorro de copa y montañas en la tapa interior de la maleta, lo cogí sin haber leído titulo ni autor (entiéndase que estoy casi ciega), y lo vi ahí, cerca de mis ojos, Andrés Neuman, El Viajero del Siglo, hice abrir el libro, leí la primera pagina, quedé confundida, miré la tapa de atrás del libro y ahí estaba el comentario de Roberto Bolaño:

“tocado por la gracia, la literatura del siglo XXI, pertenecerá a Neuman y a unos pocos de sus hermanos de sangre”

No se si me entiendan, pero cuando Roberto Bolaño hace una buena referencia a un libro es tan cierta como que llueve de para abajo. A veces pienso que los escritores que le gustaban a Bolaño eran rebuscados, desconocidos, quizá inexistentes, pero alguna vez me encontré con que el leyó un libro no tan común que yo leí y que prácticamente cambio mi vida, y el hacia una referencia fenomenal del libro. Creo que cuando Bolaño recomienda un libro es posible que quizá recomiende de las mejores cosas que se puedan escribir en la tierra. Quizá no recomiende lo más ingenioso, o lo que mejor está escrito, o lo más interesante o lo más inteligente que se haya podido escribir. Me da la impresión que Bolaño recomienda libros auténticamente humanos, no se muy bien cómo explicar esto, solo sé que son libros plenamente humanistas (algún día espero escribir un post sobre mi idea de humanismo, pero es difícil, eso no se explica muy bien con palabras).

Después baje la vista de la tapa trasera, vi el sticker del precio y me entristecí, porque no tenía a disposición en ese momento los 45 mil pesos que cuesta el libro. Pero el universo es bonito conmigo, cuando yo soy bonita con él y el fin de semana me regalaron el libro y no podría tener una cara de pastel mas pastel que cuando lo tuve en mis manos.

Oh, decir todo esto de un libro… y no decir nada de su contenido, quizá muchos no entiendan, no entiendan lo que pueden llegar a significar los libros en la vida de la gente, y se vuelven tan significativos que uno habla de ellos como si fueran personas, el encuentro con Neuman, como conociste a Neuman, como te reencontraste con Márquez, como llegaste a Amis? Eso son historias importantes y románticas para los que nos gusta leer. Detrás de cada libro hay una historia, como llegó a tus manos, o quien lo recomendó, o quien te lo regaló, o donde lo viste, y cual fue tu primera impresión, y que paso cuando lo conociste de verdad, y por que época de la vida anduviste con el, y cuanto te duro el interés, y fue pasión o amor o pura ilusión, y cómo fue que se acabo todo, porque lo dejaste o el te dejo, y cómo es posible que aun lo ames? Estoy hablando de libros y autores.

Podrán decir que soy una estúpida romántica, pero los libros, así como la gente, dan para eso y más, increíble.

Con Neuman vamos increíblemente bien, estoy fascinada por la novedad, sorprendida, no obsesionada, vamos despacio, vamos tranquilos, disfrutando de la belleza de la historia y las palabras, El Viajero del Siglo, me intriga y me sorprende como cuando juego con mi gato y de pronto suelto una gran risa sorpresiva hasta para mí misma. El viajero del siglo es un libro atípico para mi, que un autor contemporáneo, joven argentino, que vivió la mayor parte en España, escriba un libro sobre un viajero misterioso, extraño, solitario, hermoso, en Alemania, por la épocas de después de Napoleon??? Eso es bizarro para estas épocas literarias. El tipo escribe de una forma tan actual y escribe una historia de otra época? Es un libro hermoso, a veces pareciera fantástico, a veces misterioso, a veces de época, a veces histórico, a veces contemporáneo , a veces parece la historia de un hombre solitario, andariego, a veces parece una historia de amor y es todo junto a la vez, y sobretodo intuyo es un reencuentro con el pasado cuando se quiere uir de él.

Este libro es un regalo hermoso (y pienso en regalos porque para mí es muy difícil regalar un libro), yo se lo regalaría a mi abuelo, a Juan Manuel B., a Johana Q y al último desconocido que conocí. Y ahora que lo pienso, no hay nada como regalar un libro para que podamos hablar, o para decir lo que mi voz no podría decirte, o para que veas que nuestros corazones están hechos de lo mismo.

El problema es que ya se cual es el problema, en este instante lo acabo de ver, el problema es que aunque podamos hablar yo no quiero hablar, no me interesa hablar sino hablamos de lo que tu no quieres hablar y de lo que yo no me siento totalmente capaz de hablar. Y por eso ha quedado así, todo en silencio, porque nunca serví para las hipocresías, para mantener diálogos eternos sin decirnos la verdad.

14 de julio de 2009

Tesoros

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Wilco y Feist?!




I cry easy

11 de julio de 2009

La Casa de los Encuentros

Si alguien quiere ver mi lado más masoquista, mi lado más victimista, mi lado más depresivo, ahí está Martin Amis. Ah, lo bueno de la literatura, como todas las artes es que mata nuestros demonios o más bien, nos permite vivirlos de una forma ficcionada. Quizá por eso me guste tanto Amis, él me hace sufrir tanto en sus libros… pero lo más triste de la literatura es que uno ya no sabe si sufre por algo ficticio o real, la verdad es que es tan real que eso la hace aun más triste. Formas adecuadas para quien un día decidió dejar lo más posible a un lado, el drama en su vida real.

De Amis dicen muchas cosas, tal parece ser un escritor polémico, la verdad es que no me pongo a leer cuanta noticia vaya saliendo de él, a quien asfíxia la prensa. Con este ya van cuatro libros de él que me leo, y la verdad es que cada vez que leo uno de sus libros, me dan más ganas de leer toda su obra. Sus lectores, he leído, dicen (y yo también digo) que es difícil, dramático, depresivo, exagerado, de historias miserables, oscuras; unos lo aman, otros lo odian, parece que pocos son los intermedios, y yo, tristemente, lo amo.

Si uno compara la Casa de los Encuentros con la Información o Dinero, puede decir que la Casa de los Encuentros es mucho más legible, menos difícil, más digerible, menos sarcásticamente negra que esas otras dos novelas. Yo lo siento a Amis mas ligero, y quizá por eso mas maduro, quizá sea más ligero porque no quiere ser tan pretencioso como en Dinero o la Información. La diferencia es que este es un libro más triste que cruel, como los otros, es quizá mas humano, sigue teniendo personajes decadentes, pero aquí a Amis se le nota mucha, mucha más empatía con sus personajes, por eso yo le creo que es el libro que mas ha sufrido escribiendo, no se si por los personajes, por el tema, o la historia o todo, lo que si se es que sus personajes son muy, muy logrados.

Me atrevo a recomendar el libro casi que a cualquier persona, solo por el hecho de conocer un poco mas como fue y sigue siendo el absurdo y horroroso asunto del trabajo socialista en Rusia, y digo “es” porque en Rusia solo se vive un capitalismo pero con cara rusa. Lo recomiendo solo para ver como los sistemas políticos pueden llegar casi que a corromper lo que uno creería incorruptible en el ser humano, en una sociedad entera, como es capaz de llegar un sistema, un estado, hasta la gente que se cree más indiferente a este (quizá en política sea una utopía y un craso error ser indiferente).

Hay muchas, muchas cosas que se pueden escribir a partir de este libro, como por variar, son muchas las reflexiones y temas por digerir de los libros de Amis, también me ha dejado una fuerte confrontación, me ha tumbado. Cuando uno acaba un libro bueno queda un gran vacío, quedan muchos interrogantes en la cabeza, quedan emociones nuevas, queda arto por digerir y procesar. Para mí un libro bueno es el que produce estas cosas dentro de uno.

Creo que seguiré escribiendo de este libro poco a poco, quedaron muchos párrafos subrayados, y hasta con notas, podría hacer un largo ensayo, ocioso, de la Casa de los Encuentros. Espero animarme a poner algo de eso en este blog, de pronto, no lo haga nunca.

No sé porque no me atrevo a escribir todo lo que quería escribir sobre este libro, supongo que es porque al final o siempre fue muy serio, fue muy triste y muy real también, es como cuando se muere alguien y uno quisiera decir muchas cosas de esa persona, pero no dice nada, no dice nada porque la muerte es algo tan absurdamente serio y triste, que no te deja decir nada, ante tanta tristeza y seriedad sientes que ya no vale la pena decir nada, que las palabras son vanas.

7 de julio de 2009

Rusos

Y leyendo sobre rusos, sobre Rusia, leyendo la larga carta que escribe un ruso de 90 años a su joven hija nacida en EEUU… que mejor encuentro que el último álbum, Far, de la rusa criada en Nueva York, Regina Spektor. solo coincidencias.

Y si, Regina Spektor, se puso dramática, más de lo que es, se puso más seria, se puso quizá más trágica, digamos que se puso más rusa, y yo la entiendo. Mi escritor favorito me puede dar una muy buena explicación al respecto, ellos los rusos son expertos en el drama y la tragedia, y no porque quieran, o si? Dilema, lo que si queda claro es que casi cualquier producto artístico que venga o descienda de Rusia es inevitablemente trágico, triste, dramático, serio, doloroso y en la mayoría de los casos, hermoso.

Yo pensaba que quizá el país más sufrido de la historia contemporánea podría ser Alemania, pero uno no sabe nada, posiblemente sea Rusia, una cosa es haber sufrido la segunda guerra mundial, y hasta haber sido el culpable mayor de la misma como en el caso de los alemanes (entiéndase que cargar con la culpa es mas difícil que ser la víctima, me parece); pero otra cosa, como en el caso de Rusia, es sufrir una guerra mundial + un socialismo esclavista que mato millones y millones de personas, y que a los que dejo vivos los dejo locos o se les tiro la vida entera y de paso a sus descendientes que hacen parte de esa sociedad actual.

Mis canciones favoritas de este álbum Far:

Eet

Machine

Human Of The Year

Genius Next Door

Podría decir que lo que me gusta de Regina a parte de su dramatismo, es su voz que solo a veces sube hasta donde más puede, esas pocas subidas son regalos para mis oídos, y claro su piano, su piano… por lo general me gustan las cantantes que tocan piano: Fiona Apple, PJ Harvey, Kate Nash un poco. Por otro lado no creo que Regina Spektor tenga nada que ver con Bjork, menos con Norah Jones como leí por ahí.