26 de octubre de 2011


"Anne jamás los aceptaría…

Mr. Elliot era razonable, discreto y educado, pero no franco. Jamás se advertía en el una explosión de sensibilidad ni el fogoso comentario de indignación o agrado suscitados  por el espectáculo de las basnas o malas acciones. Esto era una grave imperfección para Anne que estimaba la franqueza, la sinceridad y la espontaneidad sobre todas las cosas. El fervor y el entusiasmo la cautivaban. Y sabía que podía confiar mucho mas en la sincera condición de los que a veces se descuidan y se precipitan, que en la de aquellos que cautos y mesurados jamás dan un paso en falso.
Por otra parte Mr. Elliot caía bien a todo el mundo… Se acomodaba en exceso, no había nadie con quien se llevase mal."

Jane Austen, Persuasión

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