18 de mayo de 2009

Del Amor y Otros Demonios


Del Amor y Otros Demonios es un libro fascinante, que encanta, que te lleva y no te deja. Leer a Marquez es como leer fantasía pero una fantasía que parece verdad, lo del realismo mágico no es un cuento, no es mentira, no es un eufemismo, es verdad, el realismo mágico existe y se lo invento Gabriel Garcia Marquez, un colombiano, porque el tipo es un genio, es un prodigio, tiene un don que nadie tiene, que no le he visto a ningún escritor, su forma de escribir es irrepetible e incomparable con nadie. Llegar a ser un Marquez es una utopía, eso no lo logra nadie, es que cuando uno va leyendo escritores a veces pasa que uno dice “que buena forma de escribir, yo quisiera escribir así, me gusta ese estilo, se podría adoptar”, uno piensa ” aunque sea difícil escribir así, no es imposible, solo es cuestión de esfuerzo y dedicación”, pero con Marquez uno piensa ”ni en mil años podría escribir así, ni en mil años podría hacer descripciones así” es casi como un milagro literario, como Borges, en serio, no exagero.

Leer a mis 26 años a Márquez es pura felicidad, es como un reencuentro, es como un abrazo fuerte con alguien que hace tantos años no se veía, con alguien de otra vida, con alguien que no conocías pero que te parece que lo conocías desde siempre. Estoy tan feliz de que este libro haya estado en mi casa, que no lo haya regalado (como pensé en hacerlo en algún momento), estoy feliz de estar leyéndolo y que me parezca una maravilla literaria, una maravilla como de otro mundo y que sea del mundo donde vivo, de este país.

No se que paso, no se en que momento Márquez fue absolutamente rechazado por mi, será por ser una obligación leida en el colegio? Pero a Cortázar también me lo mandaron a leer y aun asi me enamore de el. No se que paso, será que me fastidio tanta pompa, tanto bombo, será que me fastidio que Marquez haya sido tomado como una tabla de salvación para la cultura colombiana, será que me molesto que sea un novel, será que que? No importa si es una tabla de salvación, no me importa si es un novel, no me importa si es el autor favorito del 90% de colombianos (que se leen un libro al año y que por lo tanto no tienen ni el mínimo criterio de escoger favoritismos literarios), no me importa nada de nada de lo que digan o lo que sea Márquez solo me importa y solo se que el tipo es un genio, que su creatividad es incomparable, casi que ilimitada, que sus descripciones no se parecen a nada a nadie, ni sus palabras, ni sus frases, es un prodigio, es un superdotado de la literatura.

El tipo es demasiado inteligente para escribir como escribe, para describir como describe, para narrar como narra, comparable con un Borges y superable a Cortazar. Y en medio de su fantasia o su magia, no deja la realidad, no deja el sarcasmo, no deja la ironía, no deja de retratar la realidad del ser colombiano: tan estúpido, tan codicioso, tan olvidado, tan poco amado, tan victimista, tan carente de voluntad, de autoreflexion, el colombiano facilista, cruel, negligente, cuya vida parece un chiste, el colombiano resignado, casi que impotente, descarado, en fin.

Es increíble ir leyendo un librito de una historia de criollos, nobles, indios, esclavos, marqueses, mestizos, escrito de una forma magistral, fascinante. Increíble porque nunca había leído literatura que tenga referencias históricas de costumbres directas a mi país, uno no se siente ajeno al libro, no se siente leyendo la cultura de otro país, ni las costumbres de otro país, uno se siente como “oh, así eran en parte mis antepasados, oh están hablando un poco de mi, de donde vengo”, es como un darse cuenta de lo que uno en parte es, es como cuando mi madre me cuenta historias de su niñez o adolescencia o como cuando me contaba historias de su abuelo y uno siente ese “oh, esos son mis antepasados?” es como si uno se sintiera vivo a lo largo de la historia, no se para mi eso es encantador, es conmovedor, es constructivo.

Leer a Marquez es solo cuestión de actitud, de envidiarse con sus descripciones, con sus adjetivos perfectos, adjetivos colombianos, adjetivos costumbristas, envidiarse con lo que hay detrás de sus historias, con la psicología colombiana de sus personajes, con sus diálogos tan colombianos, envidiarse con su espontaneidad, su autenticidad, con su ironía y su sarcasmo.

4 comentarios:

des dijo...

Voy a leer este libro, hace poco releí Cien años de soledad y me gustó más que nunca. Me gusta también La crónica de una muerte anunciada y El coronel no tiene quien le escriba.

Saludos

Angry Girl dijo...

Yo me voy a leer despues El aMor en los tiempos del Colera, y 100 años lo dejo para ma mas tarde porque le tengo aprension, hay un peso tan grande sobre ese libro que me asusta. Y fue el que lei en el colegio y esa vez que lo lei no entendi un pito y fue una torura leerlo.

jugodemaracuya dijo...

Hubo una época que noté que la gente de mi generación ;) se resistía a García Márquez, y nunca supe porqué. Tal vez porque los obligaron, tal vez por querer diferenciarse, no se.
A mí me gusta mucho, pero mucho. Cien años lo leí a los 13 años y lo he releído cantidad de veces, la primera vez me pareció muy chistoso, pero cada vez me convenzo más de lo contrario, de que es un libro muy triste, como Colombia, en apariencia una fiesta, pero en realidad solo bulla.
Y mi favorita siempre será El amor en los tiempos del cólera. Es magistral.
Saludos.

Angry Girl dijo...

si, pasa que cuando uno lee a Marquez le parece un chistoso, en realidad es divertido, el tipo escribe con sarcasmo, y a veces bien negro: risa en medio del dolor. Supongo que algunos tenemos epocas en que rechazamos a x o y autor, epocas en que parecemos apatriados, pero "todo tiene su final, nada dura para siempre, tenemos que recordar que no existe eternidad".

insisto, el tipo es un genio, un prodigio, y si los genios nos regalan cosas producto de su genialidad, hay que tomarlas y disfrutarlas y mas si hace referencia a la sociedad de la que uno vive rodeado todo el tiempo.